Con verdadera pasión, se vivió en San Miguel de Allende una de sus tradiciones más arraigadas entre la población sanmiguelense: «La Traída del Señor de la Columna».
Con 201 años de historia continua, esta tradición religiosa originaria de 1823, volvió a convocar a más de 25 000 fieles, para realizar la peregrinación con la imagen de Jesús, llevada desde el Santuario de Jesús Nazareno en Atotonilco, hasta el templo de San Juan de Dios. Desde este día y hasta el próximo miércoles de la Semana de Pascua, la visita del Señor de la Columna congrega a más de 50 000 feligreses que acuden por lo menos una vez durante estos días a venerarlo.
Este año, la salida de la peregrinación en el Santuario de Atotonilco inició con la tradicional interpretación de salmos y cantos poéticos indígenas ancestrales, que amenizaron el trayecto nocturno, iluminado por farolas de los celadores y las veladoras de la multitud devota, que se nutre con la luz de las familias que salen de sus hogares a lo largo del recorrido.
A lo largo de 12 kilómetros de recorrido, estos miles de sanmiguelenses y visitantes de México y el extranjero se dieron cita para vivir su fe en esta representación simbólica, en la que se venera la Pasión de Cristo y particularmente el momento en el que Jesús fue aprehendido y azotado por el imperio romano, previo a su juicio y crucifixión.
Esta tradición religiosa, de origen oratoriano, que viven las familias sanmiguelenses está llena de rituales solemnes que reflejan el dolor causado por el castigo sufrido por Jesús y el acompañamiento a su madre María, representada en las imágenes de la virgen de Dolores y en la virgen de La Soledad; no obstante, también está llena de color y esperanza que se refleja en los tapetes monumentales de aserrín pintado que la gente elabora en varias partes del recorrido que también es vestido con tendederos de papel picado y globos, principalmente sobre la avenida Independencia y la calle San Antonio Abad, ya en el tradicional barrio de San Juan de Dios.
A su llegada al amanecer frente a la escultura monumental y su entrada al atrio del templo, la imagen de Jesús fue recibida y descubierta entre aplausos y antiguas alabanzas por los miles de asistentes y el toque de la campana jubilar que se revivió el año pasado se dio paso a la misa que ofició el obispo de la Diócesis de Celaya, monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledezma.
Así, San Miguel de Allende volvió a vivir una de sus tradiciones más emotivas, representativas y arraigadas entre la gente de todo el territorio municipal y que convoca a muchos turistas y visitantes, para disfrutar la esencia religiosa que tiene esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
En un ambiente pacífico, lleno de fe, solemnidad y fervor, «La Traída del Señor de la Columna» fue apoyada por la Presidencia Municipal, a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) por medio de las direcciones de Policía Municipal, Protección Civil, Tránsito y Movilidad y Transporte; así como de las direcciones de Cultura y Tradiciones y de Servicios Públicos y Calidad de Vida.
Nuevamente y con la colaboración de la población, organizadores y autoridades municipales, esta edición 201 de «La Traída del Señor de la Columna» reportó «saldo blanco» en materia de seguridad.
Con apoyo para la conservación de esta emblemática tradición sanmiguelense, la Presidencia Municipal continúa trabajando en beneficio de la población en San Miguel de Allende.