Rosa Louise McCauley Parks nació en Tuskegee, Alabama, el 4 de febrero de 1913. Hija de James un carpintero y de Leona McCauley una maestra. Rosa Louise fue una activista afroamericana, y una figura muy importante del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Rosa Parks durante su infancia vivió sus primeras experiencias con la discriminación racial y el activismo por la igualdad racial. En una de ellas vio cómo su abuelo se situaba frente a su casa con una escopeta mientras los miembros del Ku Klux Klan marchaban calle abajo. Al momento de iniciar sus estudios Rosa asistió a una escuela de segregación racial en Pine Level, Alabama, Estados Unidos. Como una notable forma de desigualdad en aquel tiempo, los estudiantes afroamericanos de primer al sexto grado se veían obligados a caminar, mientras que la ciudad proporcionaba transporte en autobús y un nuevo edificio escolar para los estudiantes caucásicos.
Años más tarde en 1932 contrajo matrimonio con Raymond Parks, barbero de profesión y miembro activo de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, conocida por sus siglas en inglés NAACP, obtuvo su título de secundaria en 1933 con el apoyo que su esposo le brindó. Es así como Rosa Parks se involucró activamente en asuntos de derechos civiles al unirse a la NAACP en 1943, sirviendo como líder juvenil y secretaria del presidente de la asociación Ed Nixon, un cargo que ocupó hasta 1957.
La historia de Rosa Parks es la de una mujer segregada por la doble violencia del machismo y el racismo; de una luchadora incansable; de una tragedia histórica que une la violencia racial actual de Estados Unidos con los plantíos de algodón cultivados por esclavos en su natal Alabama.
La activista por la igualdad y no discriminación, recibió diversos reconocimientos a lo largo de su vida, incluyendo la Medalla Spingarn, el premio más importante de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color y el prestigioso Premio Martin Luther King Jr. El 15 de septiembre de 1996, el presidente Bill Clinton otorgó a Parks la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor otorgado por el poder ejecutivo de los Estados Unidos. Al año siguiente, recibió la Medalla de Oro del Congreso, el premio más alto otorgado por la rama legislativa de los Estados Unidos.
Rosa Parks murió a los 92 años de edad el 24 de octubre de 2005, en Detroit, Estados Unidos, pero nadie olvida la valentía de una mujer frente a la injusticia y su importancia histórica en la abolición del racismo en Estados Unidos.
La historia:
El 1 de diciembre de 1955, en Montgomery (Alabama, EE.UU.) Rosa Parks volvía de su trabajo como costurera en unos grandes almacenes. Al subir al autobús tomó asiento en la parte de atrás, en los lugares permitidos para ciudadanos considerados de color (afrodescendientes, indígenas, orientales…). A medida que el autobús recorría su ruta, comenzaron a faltar asientos y quedaron de pie algunas personas.
Al darse cuenta de que había gente blanca de pie, el conductor paró el autobús para pedir a tres mujeres negras que se levantaran. Rosa Parks se negó a hacerlo, y no lo hizo ni cuando el conductor amenazó con denunciarla. Finalmente Rosa Parks fue arrestada, enjuiciada y condenada por transgredir el ordenamiento municipal.
¿Por qué estaba cansada Rosa Parks?
Rosa Parks dijo tiempo después que no se levantó “porque estaba cansada”, pero no se refería a cansancio físico: como muchas otras personas en su situación estaba cansada de ser tratada como una ciudadana de segunda.
Cada autobús de Montgomery tenía una sección para gente considerada de color. Esta sección no era de un tamaño fijo, sino que variaba según la colocación de un cartel. Las cuatro primeras filas solo eran para blancos y los asientos de atrás, para los demás (que eran más del 75% de los usuarios). Las personas que no eran blancas solo podían sentarse en las filas de en medio si no había blancos de pie. Si llegaba un usuario blanco, tenían que irse atrás, quedarse de pie o salir del autobús. El conductor del autobús podía reducir el espacio permitido a estas personas, o incluso quitar el cartel de delimitación.
Incluso subir al autobús suponía un problema: las personas que no eran blancas tenían que pagar su billete entrando por la puerta delantera, para luego salir y entrar por la trasera. En ocasiones el autobús cerraba sus puertas mientras iban de una puerta a otra, dejándolas en tierra después de haber pagado su billete.
Durante años la comunidad negra y otros grupos protestaron por estas injusticias sin resultado.
Una persona, miles de seguidores
Rosa Parks pertenecía a una asociación a favor de los derechos civiles de los afroamericanos. Sus compañeros comenzaron una protesta poco después de que fuera arrestada:
“Estamos pidiendo a todos los negros que no suban a los autobuses el lunes, en protesta por el arresto y el juicio. Puedes faltar a clase un día. Si trabajas, coge un taxi o camina. Pero por favor: que ni los niños ni los mayores cojan ningún autobús el lunes. Por favor, permaneced fuera de los autobuses el lunes”, mensaje radiofónico anunciando la protesta.
El “lunes” de protesta duró más de un año. Durante 381 días, la población negra de la ciudad de Montgomery se negó a subir a ningún autobús. El boicot a la compañía de transportes implicó a unas 42.000 personas, que suponían el 70% de los usuarios de los autobuses.
Las autoridades creyeron que, siendo ciudadanos pobres con grandes familias que tenían que desplazarse grandes distancias para ira a trabajar, la protesta no duraría mucho. Pero los ciudadanos se unieron masivamente a la protesta pacífica y encontraron alternativas de transporte: taxis, camionetas, coches particulares compartidos, bicicletas, o simplemente, andar varios kilómetros todos los días.
Y la ley cambió
Finalmente, en noviembre de 1956, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos declaraba inconstitucional la segregación racial en los autobuses. La orden del Tribunal Supremo llegó a Montgomery el 20 de diciembre. El 21, la población que había sido segregada volvió a subir a los autobuses, solo que ahora podían sentarse donde quisieran.
“No tenía ni idea de lo que mis acciones podrían provocar. Cuando me arrestaron, no sabía cómo reaccionaría la comunidad. Me gustó que hicieran lo que hicieron al no subirse a los autobuses”, Rosa Parks.
Cuando Rosa Parks decidió no levantarse de su asiento, cambió las leyes de su país. No fue la primera persona que se rebelaba contra unas normas injustas, pero las circunstancias la llevaron a convertirse el la “madre del movimiento de los derechos civiles”.
Tras su muerte a los 92 años, en octubre de 2005, Rosa Parks fue velada en el Capitolio de Washington. Ha sido la primera mujer y la segunda persona afroamericana en recibir este honor, concedido sólo a 28 personas en la historia de los EE.UU.
El largo camino hacia el final de la segregación racial
La segregación racial es una manifestación del racismo. Supone llevar las ideas racistas a la práctica institucional y limitar los derechos civiles de ciertas personas por su color de piel.
En los países donde ha existido segregación racial, las personas afectadas han carecido de derechos como el voto, el acceso a la educación o la atención médica y han sido separados en los lugares públicos. El acceso a muchos lugares públicos, como cafeterías, cines, playas o baños, estaba prohibido o restringido.
En Estados Unidos, donde la esclavitud de la población negra fue abolida en 1865, el racismo aún continúa siendo una realidad en la vida cotidiana. En 1964, el Acta de Derechos Civiles puso fin a la discriminación en lugares públicos, en el gobierno y en el empleo. Gracias a esta ley ha habido un gran cambio en la sociedad de este país, aunque algunos estados, como Alabama, continúan manteniendo leyes de segregación racial que se resisten a abolir.
Aún existen países que mantienen y practican leyes segregacionistas, que afectan a parte de sus ciudadanos. Y al margen de las leyes, son muchos los países que consienten que una parte importante de su población sufra discriminación por su color de piel o su origen étnico. La segregación racial no sólo perjudica a las personas discriminadas. Si una gran parte de la población carece de derechos humanos fundamentales, toda la sociedad sale perdiendo.
Sudáfrica
En Sudáfrica, la segregación racial ha sido tan extrema que llevó en su momento a la condena de las Naciones Unidas y al bloqueo económico y diplomático de gran número de países del mundo. El Apartheid, que es como se llamaba la ley de segregación racial en Sudáfrica, comenzó en 1948, cuando otros países del mundo comenzaban ya a dar pasos a favor de la igualdad. La ley fue abolida en 1990.
Aunque en la actualidad se hacen esfuerzos por trasladar la igualdad que reflejan las nuevas leyes a la vida cotidiana, Sudáfrica continúa padeciendo las secuelas sociales, políticas y económicas de haber discriminado a la mayoría de la población del país.
Fuentes: CNDH, NAtional Geographic, Unicef.