Por: Maestro Alejandro Gómez Tamez / @alejandrogomezt *
Un creciente problema que padece buena parte de la planta manufacturera mexicana es la inundación de toda clase de bienes originarios de China, desde los bienes intermedios hasta los terminados. Cada vez es más frecuente escuchar de fabricantes mexicanos que son desplazados por algún proveedor chino, que puede ofrecer el producto a un precio más bajo (aunque no siempre con la misma calidad) dado que gozan de un ambiente de negocios que les permite un costo país mucho más bajo que el nuestro.
Cuestiones como los costos de los energéticos, la seguridad pública y jurídica, el acceso al financiamiento con tasas de interés competitivas, regulaciones laborales y ambientales, estímulos fiscales, todos son mucho más competitivos en China. Esto con independencia de los subsidios que el gobierno central chino y sus provincias siguen otorgando. De acuerdo con un nuevo análisis realizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un grupo de expertos con sede en Washington, el gobierno chino dirige cientos de miles de millones de dólares en subsidios a empresas nacionales favorecidas cada año, y lo hace a un ritmo mucho mayor, en relación con el tamaño de su economía, que otros países desarrollados y en desarrollo.
Encontró que los beneficios, en forma de subsidios directos, préstamos por debajo de la tasa de mercado y ventas de tierras, exenciones de impuestos y capital proporcionado por fondos de inversión estatales en 2019 valían al menos $ 248 mil millones y hasta $ 407 mil millones. dependiendo de cómo se contabilicen los tipos de cambio.
Con esto en mente, no debe sorprendernos que en México tenemos un problema crónico en nuestra relación comercial con China, lo que se ilustra con las estadísticas del INEGI plasmadas en la Tabla 1. Éstas muestran que en el año 2000 nuestras exportaciones a China sumaron 204 millones de dólares (mdd), mientras que nuestras importaciones fueron de 2,880 mdd, lo que nos ocasionó un déficit de la balanza comercial de -2,676 mdd. Nuestras exportaciones siguieron creciendo, pero las importaciones lo hicieron a una tasa más rápida y partiendo de una base más elevada, lo que provocó déficits comerciales crecientes. Así llegamos al año 2022, en el cual nuestras exportaciones sumaron apenas 10,917 mdd, mientras que nuestras importaciones desde China explotaron hasta llegar a los 118,696 mdd, lo que nos ocasionó un déficit en la balanza comercial de -107,779 mdd. Esto implica que en 22 años nuestro desequilibrio con China creció en 3,928%.
El desequilibrio comercial entre México y China también resulta evidente a la luz de que en 2022 nuestras exportaciones a la potencia asiática representan apenas el 1.9% de nuestras exportaciones totales, mientras que las importaciones desde China representan el 19.6% del valor total de nuestras importaciones.
Tabla 1
Exportaciones, importaciones y saldo de la balanza comercial de México con el mundo y con China (Millones de dólares corrientes)
|
Exportaciones Total |
Importaciones Total |
Saldo Balanza Comercial Total |
Exportaciones a China |
Importaciones de China |
Saldo Balanza Comercial China |
Datos anuales |
||||||
2000 |
$166,121 |
$174,458 |
-$8,337 |
$204 |
$2,880 |
-$2,676 |
2006 |
$249,925 |
$256,058 |
-$6,133 |
$1,688 |
$24,438 |
-$22,750 |
2012 |
$370,770 |
$370,752 |
$18 |
$5,721 |
$56,936 |
-$51,215 |
2018 |
$450,713 |
$464,302 |
-$13,590 |
$7,429 |
$83,511 |
-$76,082 |
2022 |
$577,735 |
$604,615 |
-$26,879 |
$10,917 |
$118,696 |
-$107,779 |
Crecimiento % 2018 – 2022 |
28.2% |
30.2% |
97.8% |
47.0% |
42.1% |
41.7% |
Datos del primer cuatrimestre de cada año |
||||||
2022 |
$179,741 |
$186,304 |
-$6,563 |
$3,803 |
$38,115 |
-$34,312 |
2023 |
$187,308 |
$193,616 |
-$6,308 |
$3,260 |
$34,580 |
-$31,320 |
Crecimiento % 2022 – 2023 |
4.2% |
3.9% |
-3.9% |
-14.3% |
-9.3% |
-8.7% |
Fuente: Elaborado por GAEAP con datos de INEGI
Estas cifras, de por si escandalosas, serían todavía más graves si se considerara el terrible problema del contrabando y subvaluación de mercancías originarias de aquella nación. Es decir, lo aquí plasmado es lo que se registra en los pedimentos aduanales, pero no se registra todo el producto asiático que entra en la forma de contrabando bronco y que no se registra en ningún lado. Además de que existe un fuerte problema de subvaluación, con el fin de defraudar al fisco mexicano. Veamos por ejemplo, el caso de importaciones de tenis deportivos con corte de piel de una marca reconocida con un precio de 90 centavos de dólar por par. Pero así como se da esta situación, también vemos importaciones de trajes sastre con precios de lo que cuestan los botones del mismo, o brasieres a 10 centavos de dólar.
Es evidente pues que el déficit de México con China es mucho más elevado que lo que nos muestran las cifras oficiales y este problema crónico está haciendo estragos en muchos sectores manufactureros de México. No es casualidad que en el comparativo de 2019 a 2022, el índice de volumen físico de actividad industrial de la cadena Cuero-Calzado-Marroquinería se encuentre 16.4% por debajo, que la Fabricación de prendas de vestir haya disminuido -12.2%, que la Fabricación de productos textiles, excepto prendas de vestir esté 8.4% abajo y que la Fabricación de insumos textiles y acabado de textiles haya caído -6.1%.
Otro tema que afecta mucho a la manufactura nacional de bienes terminados es el creciente problema de importaciones desde China vía empresas de mensajería, las cuales por lo general tienen un valor declarado en aduana por debajo del precio real pagado por el importador o consumidor mexicano, además de que pagan una tasa arancelaria por debajo de lo que paga una importación tradicional y no hay límite a la cantidad de paquetes que desde un domicilio mexicano se pueden importar. Entonces, como la tasa máxima que se cobra a las importaciones vía empresas de mensajería es de 20% cuando el paquete tiene un valor de hasta 2,500 dólares, pues no hay problema para el importador en México porque se puede traer 100 paquetes de 2,500 dólares todos los días y pagar el arancel preferente de 20%, en lugar de pagar el arancel NMF que le corresponde a China más el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Con este tema hay todavía mucho por investigar porque estas importaciones entran con una fracción arancelaria genérica por lo que no se sabe a ciencia cierta lo que entra y el daño causado a cada actividad manufacturera en específico.
La Administración Nacional de Aduanas de México (ANAM) no ha atendido estos crecientes problemas y la industria nacional sufre las consecuencias; pero también hay corresponsabilidad de legisladores que no han realizado los cambios a la Ley Aduanera que se requieren para darle a la autoridad mayores elementos para desechar el valor de las mercancías cuando estas están evidentemente subvaluadas. De igual forma, no se ha creado una percepción de riesgo para el importador subvaluador, si eres descubierto en el delito, pagas la multa y lo arreglas. Por ello es importante realizar cambios legales para tipificar la subvaluación de mercancías importadas como defraudación fiscal.
Hay muchas cosas por hacer en la lucha contra la ilegalidad y para darle fortaleza a la industria manufacturera nacional, pero se requiere voluntad política y acciones para erradicar la corrupción. No se pide proteccionismo, sólo piso parejo para competir y que se respete la legalidad.
China es la mayor amenaza para el desarrollo manufacturero de México. Si bien existen oportunidades de nearshoring en las que Estados Unidos quiere dejar de comprarle a China, lo que ocasiona que se muevan las plantas exportadoras a otros países como México, nuestro creciente déficit comercial con China es un lastre para nuestro desarrollo y debilita a las empresas, imposibilitando a muchas de ellas para poder abastecer el mercado interno. Vean como las ciudades se están llenando de tiendas de productos chinos en perjuicio de la planta manufacturera local.
Director General GAEAP
alejandro@gaeap.com