Guanajuato, Gto.- A fin de atender y aminorar los conflictos entre particulares, turistas y personas que laboran en el callejón del Beso, autoridades municipales trabajarán en la elaboración de un reglamento para el uso y aprovechamiento del lugar.
Se espera que mediante este reglamento se puedan resolver por la vía legal y jurídica, las disputas que pudieran surgir entre las personas que ahí trabajan desde hace muchos años y los dueños de los inmuebles que dan forma al atractivo turístico.
“Vamos a trabajar en la elaboración de un reglamento para el callejón del Beso porque hay propietarios particulares y personas que por muchos años ahí han trabajado y requieren de reglas y procedimientos”, dijo Daniel Gutiérrez Meave, titular de la Dirección de Turismo.
Explicó que de paso se incluiría a los narradores, vendedores y otros trabajadores de la zona, quienes requieren de normas y reglas para la mejor atención al turismo, además de evitar disputas innecesarias.
Las medidas que prevén aplicar las autoridades municipales apuntan a evitar disputas y diferencias, como las que ocurrieron hace unos días, cuando por falta de acuerdos entre un grupo de 10 fotógrafos y la dueña del “Balcón de Ana” se cerró este espacio al turismo.
El funcionario consideró que en la zona existe un desorden que de persistir puede afectar al turismo y por lo mismo a la ciudad de Guanajuato, el cual se busca atender antes que pueda crecer más.
“Los reglamentos sirven para regular, para dar orden a lugares y espacios que usan muchas personas, las cuales también se benefician y lo mejor es que haya orden y los beneficios redunden para todos”, afirmó.
Denuncian abusos y malos tratos
Para habitantes y comerciantes de la zona hace faltan estos procedimientos normativos, pues hay ocasiones y aspectos en los que hay abusos y malos tratos contra los turistas de parte de fotógrafos, narradores y en algunos otros casos, guías de turistas.
“Los fotógrafos tienen una forma poco amable de atender a los turistas porque ofrecen las fotos a un precio y luego se las venden a otro, además que son ponen agresivos y amenazantes si no les compran las fotos”, aseguró Víctor Ignacio, vecino del callejón de Calixto.
Esos mismos trabajadores de la lente se hacen acompañar de “ayudantes”, que muchas veces se presentan a trabajar en estado inconveniente y se han dado casos que se han metido contra vecinos.
“Yo creo que hay como 15 fotógrafos y no se vale que sean tan groseros y mal educados con los turistas. A mí me tocó ver como la foto que les ofrecen en 10 pesos, luego se las cobran a 70 pesos o más y los turistas tienen que comprarlas, aunque no quieran”, expresó Arturo Sierra.