Salvador Almaraz es un irapuatense distinguido

En reconocimiento a su trayectoria y legado artístico, Salvador Almaraz López, pintor, muralista y escultor fue reconocido como Irapuatense Distinguido.

Durante la Sesión Solemne de Ayuntamiento, en la que se oficializó el cambio de nombre del Museo de la Ciudad como ‘Museo Salvador Almaraz’, autoridades del Gobierno de Irapuato entregaron este reconocimiento, como un homenaje al artista irapuatense quien a lo largo de más de 70 años, ha colocado en alto el nombre Irapuato a nivel nacional e internacional.

El homenaje al maestro Salvador Almaraz, forma parte de los festejos por el 475 Aniversario de la Fundación de Irapuato, como un reconocimiento al talento, trayectoria e influencia del pintor fresero, así como al fortalecimiento de la identidad de las y los irapuatenses.

¿Quién es el Maestro Salvador Almaraz?

El pintor y muralista nace el 18 de noviembre de 1930, en la ciudad de Irapuato, Guanajuato.

Salvador Almaraz también es reconocido por ser un pintor de caballete de gran calidad, con la realización de autorretratos y retratos en lienzo, mural en pared, mural de piedra, cuadros en técnicas como óleo, fresco, acrílicos y mosaicos, de esta técnica, un gran ejemplo es, el Obelisco del Parque Irekua.

Su padre, que era un ferrocarrilero, le pagó un curso de dibujo por correspondencia y lo llevó al taller del pintor José Dolores Aguilera, de quien fue su ayudante y aprendiz. Con él aprendió a elaborar oleos, conocer los pigmentos y su empleo.

Tras la muerte de su padre tuvo que hacerse cargo de los gastos económicos de familia, su madre y sus siete hermanos. Trabajó con un tío y su abuelo en la talla de madera, además realizó retratos de las figuras de la vida taurina que visitaban la ciudad de Irapuato y se encargó de restaurar la pintura del templo de la comunidad Nombre de Dios en Abasolo, que se había dañado luego de un incendio.

En 1948, tras recibir la pensión de su padre, su familia decide mudarse a la Ciudad de México. Trabajó en un despacho publicitario ahí realizaba actividades de ilustración, dibujos y retratos por encargo.

Ante la falta de estudios medio superior, tomó clases de oyente en la Academia de San Carlos. Además tuvo la oportunidad de hacer réplicas de algunas de las obras que se encontraban en la institución con el objetivo de practicar estilos y distintas escuelas.

Fue ayudante de Rolando Arjona, Ángel Boliver y Jorge González Camarena, con quien colaboró en el mural “Presencia de América Latina”, en la Universidad de Concepción en Chile, elaborado en 1964.

Fue discípulo de José L. Gutiérrez en el Instituto Politécnico Nacional y participó con Francisco Cornejo en el llamado Rancho del Artista.

En su natal Irapuato pintó el famoso mural de “Las Revoluciones” que se encuentra en el edificio de la Presidencia Municipal, esta obra fue concluida en diciembre de 1969.

 

Realizó el mural de la “Los Orígenes” a un costado del templo del Hospitalito, fue inaugurado en 1984. Así como el titulado ‘Homenaje a las Razas’, ubicado en la Troje del Museo, junto al que se encuentra en el Bautisterio de la Iglesia de la comunidad Rancho Grande, titulado ‘El Nacimiento de la Conciencia’, son algunas de las obras que el maestro realizó en la ciudad fresera.

El Obelisco del Parque Irekua, es una pieza de 30 metros de altura y peso más de 10 toneladas, decorada con mosaico de colores. Contiene elementos simbólicos de la ciudad.

Ha presentado numerosas exposiciones individuales y colectivas en Guanajuato, la Ciudad de México y otras entidades de México; así como en Cuba y Chile, por mencionar.

Su obra también se puede encontrar en el Palacio de Gobierno de Coahuila, la Ciudad de México, Michoacán.

Salvador Almaraz fue invitado por el entonces presidente de México, Luis Echeverría “Voy a estrechar lazos con Cuba y quiero que tú los plasmes”. Durante tres años vivió en la isla.

En una entrevista con un medio local, Salvador Almaraz declara que rechazó una propuesta hecha por el mismo Fidel Castro:

“Me ofreció lo que jamás en mi vida me habían ofrecido: casa, estudio y poder trabajar en donde yo quisiera, Fidel Castro me ofreció todo, hasta poder llevarme a mi familia a Cuba, con tal de que me quedara ahí, pero lo rechacé…”

Obras en Cuba:

Durante su estancia de tres años en Cuba, pintó cuatro murales y realizó uno de piedra:

  1. “Encuentro de Fidel Castro y Luis Echeverría” realizado con acrílico, en donde muestra la amistad y colaboración de ambos presidentes.
  2. “Lázaro Cárdenas” ubicado en el Instituto Tecnológico Lázaro Cárdenas, en Santa Clara del Cobre.
  3. “La Batalla del Molino del Rey”, ubicado en Güira de Melena, la obra muestra el escenario de la batalla del Molino del Rey, entre el ejército norteamericano y el ejército mexicano
  4. “La Batalla de los Niños Héroes de Chapultepec, en Artemisa, para honrar a los jóvenes héroes.
  5. “La hermandad entre México y Cuba”, ubicado en Santa Clara, es el mural de piedra que mide 26 metros de largo y 16 metros ancho.

Galardonado con: la mención honorífica en el Concurso Nacional de Pintura de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio en el Auditorio Nacional; el Pergamino de Ciudadano Distinguido de Irapuato; en 1998 la presea Premio Estatal de Artes Diego Rivera del Congreso del Estado de Guanajuato; y el Premio Vasco de Quiroga de Plata de Irapuato; el Laurel de Oro a la Calidad en el 2004, por mencionar.

En el año 2019, el Instituto Estatal de Cultura del estado, lo distinguió como el primer Creador Emérito de Guanajuato.

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