La lista es larga y se le presta. Ante la opinión pública cumple su promesa de combatir la corrupción, de ir contra ex presidentes y contra funcionarios corruptos. Contra líderes. Ex gobernadores, gobernadores en funciones, ex secretarios de Estado e incluso contra periodistas y dueños de medios.
El poder se hizo para ejercerse y AMLO lo ejerce a su manera: una narrativa y un fin político. Cumplir promesas de campaña y hacerle a un lado a sus enemigos.
El poder no es para siempre, ni las lealtades. El político, el líder y el gobernante sabe donde está hoy pero no sabe dónde estará mañana.
Andrés Manuel López Obrador hoy es desconocido hasta por quienes votaron por él. Polariza, fomenta odios. Lleva su pensamiento político – ideológico a Palacio Nacional y gobierna para los suyos.
Años oscuros para México.