Se cumplen 467 años de la llegada de la imagen de Nuestra Señora de Guanajuato a la Ciudad

Este 9 de agosto se cumplieron 467 años de que la imagen de Nuestra Señora de Guanajuato llegara a la capital del estado. Conoce la historia de la Basílica y la imagen:

Por disposición del señor Cura don José Hurtado de Castilla en el año de 1671 comenzó la construcción de ese templo, terminándose hasta el año de 1696.

La construcción principal de la iglesia es del siglo XVII; el bautisterio (regalo del marqués de Rayas) del siglo XVIII; del mismo siglo el Torreón con estípites que remata la torre inconclusa donde se encuentra el reloj; del siglo XIX de la capital de Nuestra Señora de Lourdes, se encuentra la Galería Mariana, nuevo espacio museográfico que atesora muestras del arte sacro de la época virreinal. Además valioso ejemplo de la arquitectura religiosa Guanajuatense.

Algunos documentos del Archivo Histórico de Guanajuato mencionan que Juan Díez de Bracamonte costeó la totalidad del edificio, como quedó expresado en el contrato de servicios de carpintería entre José de Chávez, maestro de carpintero, y el referido Díez de Bracamonte, abogado de la Real Audiencia de México, comisario del Santo Oficio y dueño de la mina de Rayas, para la realización de los tres portones de la nave del templo, firmado en la villa de Santa Fe el 21 de junio de 1699. Algunos párrafos más adelante el documento menciona que el abogado “a costeado toda la fábrica de la yglessia parroquial de esta villa, de su caudal…”

Fue elevada a la categoría eclesiástica de “Colegiata” en abril de 1958.

 

Historia de la imagen de Nuestra Señora de Guanajuato

En esta Basílica se venera la imagen de la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Guanajuato. Dicha imagen llegó a nuestra ciudad procedente de España el día 9 de agosto de 1557. Es de llamar la atención que de la imagen estuvo escondida en una cueva de España todo el tiempo que duró la invasión árabe y que fue aproximadamente 400 años. Fue donada a Guanajuato por Felipe II.

El encargado de trasladar a Guanajuato, la imagen de la Virgen María fue el caballero Perafán de Ribera, quien la trajo con  la mayor veneración; pero estando como a tres leguas distantes de Guanajuato, en un punto llamado la Yerba Buena, ya entrada la noche y no sabiendo por donde continuar porque ignoraba lugar fijo de la ciudad, hizo alto allí con sus compañeros; y en tal conflicto, ocurrieron a la Santísima Imagen de que eran portadores y colocándola sobre un tambor y encendiéndole dos velas, le suplicaron afectuosamente los alumbrara para conocer el lugar de su destino. Los escuchó la Señora benignamente, pues luego que amaneció vieron en el campo dos palomas, de donde infirieron que había cerca algún poblado, por lo que siguieron la dirección que las palomas les marcaban y con esta guía llegaron a Guanajuato, a donde eran destinados. Y desde luego comenzaron los guanajuatenses a tener especial devoción y a venerar con singular afecto a la Imagen.

Al principio fue colocada en Hospital que fundó Don Vasco de Quiroga

Llegó primeramente al Hospital que Don Vasco de Quiroga fundó para los aborígenes, en cuya Capilla (actualmente la Biblioteca de la Universidad) le dieron a la Santa Imagen los primeros cultos, permaneciendo en este lugar durante ocho años, y después fue colocada en el templo que entonces era Parroquia y que ahora se llama los Hospitales, allí permaneció más de un siglo hasta que, en 1696, que se dedicó la actual Iglesia Matriz de Guanajuato, fue trasladada a ella con gran pompa y colocada en el crucero del Evangelio, del cual se le formó una capilla magnífica con sacristía particular, que actualmente es el Bautisterio. Estuvo en el crucero hasta el año de 1814, que fue trasladada al altar mayor, el cual fue construido de nuevo en 1558, formándose en su centro y expresamente para la imagen un magnifico ciprés en donde hasta hoy permanece.

El 21 de agosto de 1907, Monseñor Caroli, a nombre del Excmo. Sr.  Dr. Leopoldo Ruiz y Flores, que en aquel entonces era Obispo de León, presentó a S. Santidad el Papa Pío X las preces suscrito por más de 19,000 católicos guanajuatenses solicitando el Patronato y la Coronación Pontificia de esa Imagen. Su Santidad accedió benignamente, suscribiendo de su puño y letra el pliego de peticiones “Juxta Preces in Dómino”. Fue coronada el 31 de mayo de 1908 por el Excmo. y Revmo. Sr. Obispo Dr. D. José Mora y del Río predicando en esa solemnidad el Excmo. Sr. D. Ignacio Montes de Oca y Obregón, hijo ilustre de Guanajuato.

Descripción de la Imagen de la Señora de Guanajuato

La imagen es de cuerpo entero, vestida de manto y túnica de la misma madera. Sin embargo, constantemente aparece cubierta con los vestidos de riquísimas telas que ha ofrecido la piedad de sus hijos y devotos. El manto cae por los lados en graciosos pliegues. En la cabeza ciñe la corona de ingente valor. A sus pies que tiene cubiertos con la túnica, hay una media luna de plata muy bien labrada, midiendo cada cuerno más de 27 centímetros. En la mano derecha tiene un cetro de plata; (anteriormente en vez de cetro tenía un rosario); y en el brazo izquierdo mantiene sentado a su Divino Niño, hecho de la misma madera que la imagen de la Madre y formando una sola pieza.

El niño tiene la manecita derecha cubierta y levantada ante el pecho de la Virgen, la izquierda vuelta hacia abajo cogiendo con ella un pajarito verde. Uno de sus piececitos descansa en el seno purísimo de su madre, y el otro, que tiene levantado, está calzando con sandalia oro. En su cabecita luce una riquísima corona imperial. En todo el continente de la Virgen hay tal amabilidad y dulzura, que arrastra con suave violencia los corazones de cuantos la miran; y ella con los ojos bajos y alguna inclinación en la cabeza, a todos mira como queriéndolos regalar.

Interior de la Basílica

En el interior de la Basílica, en la parte baja, a un costado del altar mayor se encuentra el cuerpo de la incorrupta Santa Faustina Mártir, la cual hizo traer de Roma el Conde de Valenciana. Enseguida, y sobre su llegada, se transcribe un documento que autentifica los restos a su llegada a México, y dice: “México, julio 28 de 1803.- Vistas, cotejadas y reconocidas y diligentemente examinadas todas las particulares señas expresadas en letras impresas que anteceden y habiéndolas hallado enteramente con la urna que nos presentó y dentro en ella, el cuerpo y un vaso por separado con una porción de la sangre de Santa Faustina Mártir. Hallado igualmente que el sello de estas letras concuerdan también con cada uno de los cinco que se hallan a espaldas de dicha urna concedemos nuestra licencia para que dicho cuerpo y porción de sangre puedan exponerse al culto y veneración del público. Así lo decreto y firmo S.S. El arzobispo mi señor Francisco Arzobispo de México Dr. O. Domingo Hernández.”

En 1791 se estrenó el bellísimo órgano tubular del coro, que posee una de las más interesantes fachadas con que se engalanaron este tipo de instrumentos, que pese a su manufactura de origen mexicano cuenta con una gran cantidad de elementos rococó, heredados formalmente de los países alemanes.

En un principio la Basílica contaba con muchos altares de madera dorada que mostraban devoción por Nuestra Señora de los Dolores, San José, San Nicolás Tolentino y Nuestra Señora de Guanajuato hoy en día ya no queda ninguno.

En el altar principal se encuentran figuras de la Virgen de la Purísima Concepción, San Nicolás Tolentino y San Ignacio de Loyola. Los altares laterales están dedicados a San Nicolás Tolentino y a la Virgen de Guanajuato, cuyo retablo se construyó entre 1702 y 1706.

Las pechinas que sostienen la cúpula del crucero de la nave eclesial, fueron creadas por Nicolás Rodríguez Juárez en el año de 1699. Que están dedicadas a los santos: Papa Silvestre, Carlos Borromeo, Francisco de Sales y Felipe Neri.

 

Exterior:

En 1790, fue inaugurado el reloj mecánico y que fuera costeado por el Ayuntamiento y colocado en una torre que se construyó sobre la fachada principal del lado de la epístola. De la torre sobresale un campanil articulado por breves estípites que fueron desarrollados por el maestro mayor de obras, Alejandro Durán y Villaseñor.

En mayo de 1799, se comenzó a construir el nuevo atrio de la iglesia, para lo que se dotó de una nueva barda articulada con varios pilares de cantera rosa que hasta la fecha soportan sendos copones y cruces de estilo neoclásico.

Fuente: Inventario de Turístico de Guanajuato Capital. Grupo Editorial Centenarios – Kiosco de la Historia. 

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