Históricamente los gobiernos en México se han dedicado al saqueo y al uso de presupuestos para los mandatarios, gobernantes y funcionarios en turno. México es de riquezas, pero nos han tocado malos gobernantes y corruptos. No vieron en el servicio público una vocación para mejorar el país y sus sociedades, sino para beneficios personales.
Este mal de país ocasionó la descomposición social. La falta de educación – formación dejó sin oportunidades a millones de personas. Se perdieron oportunidades de acceso a la vivienda y a oportunidades de negocios y patrimonio. Las familias que no tuvieron oportunidades tendieron al camino delincuencial, drogas y crimen.
Hoy México está descompuesto, aún más con factores externos: las ventas de armas de EU a México y el alto consumo de droga de EU procedentes de México. Hay infinida de células delincuenciales hasta grupos más armados y potentes carteles que a su vez tienen redes impensables con empresas, mandos policiales y gobernantes.
Ante esto es prácticamente imposible acabar con el mundo delincuencial. No es posible porque en el enramado están millones y millones de personas. Difícil para cualquier gobierno. Complicado para cualquier presidente. Incluso, este tipo de sociedades con su cáncer existen en todo el mundo.
Que sea lo mejor para México.
Que sea lo mejor para Andrés Manuel López Obrador y su gobierno.
Si logran pacificar al país pasará a la historia.