¿Cuáles son los beneficios para el cerebro por jugar al ajedrez?

A lo largo de los siglos, el ajedrez ha sido mucho más que un juego: se ha consolidado como una herramienta eficaz para ejercitar la mente. Estudios recientes destacan que su práctica regular estimula la memoria, la concentración, la creatividad y puede contribuir a prevenir enfermedades neurodegenerativas.

Los beneficios del ajedrez para el cerebro

El ajedrez ha sido identificado por diversos estudios como una actividad que fortalece y estimula múltiples funciones cognitivas. Tal como lo indica GQ, este deporte mental “mejora la memoria, la concentración y previene enfermedades neurodegenerativas”, constituyéndose en un verdadero “gimnasio para el cerebro”.

El ajedrez exige a sus jugadores recordar movimientos previos, reconocer patrones complejos y prever estrategias futuras. Según un informe de Healthline, esta práctica mejora la memoria auditiva y el reconocimiento visual de estructuras complejas, y permite desarrollar una memoria robusta a corto y largo plazo. “Los ajedrecistas expertos desarrollan una habilidad superior para recordar posiciones y combinaciones de jugadas”, remarca el medio.

La actividad mental intensa, como la que propone el ajedrez, ayuda a preservar la salud cerebral en edades avanzadas. Chess.com cita un estudio de The New England Journal of Medicine que halló una menor incidencia de demencia entre personas mayores de 75 años que se dedicaban regularmente a actividades como el ajedrez.

El ajedrez requiere atención constante y sostenida. Un estudio publicado en 2013, titulado The Effect of Playing Chess on the Concentration of ADHD Students in the 2nd Cycle, demostró que jugar ajedrez permite desarrollar una mayor resistencia frente a la monotonía, lo cual se traduce en una mejora notable de la capacidad de concentración.

Aunque su estructura pueda parecer rígida, el ajedrez fomenta la creatividad al demandar soluciones novedosas y estrategias inusuales. Según Healthline, este juego “potencia el pensamiento divergente”. Cada partida requiere planificar a largo plazo, anticiparse al rival y evaluar múltiples escenarios, lo que activa funciones ejecutivas esenciales del cerebro.

Un estudio citado por Chessify, realizado en 1992 en Bélgica, reveló que los jóvenes ajedrecistas evaluados presentaban un coeficiente intelectual promedio de 121, frente a la media poblacional de 100. Esto se vincula con el desarrollo de habilidades visoespaciales y de resolución de problemas que promueve el ajedrez.

En línea con lo sostenido por INECO, el ajedrez figura entre las actividades que mejor promueven la plasticidad cerebral. Martina Miguel, especialista en neuropsicología, señaló que “la estimulación cognitiva consiste en realizar actividades que están diseñadas para promover y fortalecer las funciones cognitivas de nuestro cerebro”, y que esto “puede reducir los efectos del envejecimiento” al fomentar nuevas conexiones neuronales.

La Fundación Pasqual Maragall destaca al ajedrez como un recurso fundamental en la prevención del deterioro cognitivo. Indica que este juego requiere “la activación de funciones ejecutivas, como la atención, la concentración, el pensamiento crítico, la lógica, la planificación y la resolución de problemas”.

¿Cómo ayuda el ajedrez a la mente?

El ajedrez actúa como una herramienta de estimulación cognitiva que abarca múltiples funciones mentales esenciales, no solo para la infancia o la juventud, sino especialmente en etapas avanzadas de la vida. Su práctica regular ha sido respaldada por estudios científicos y organismos especializados como INECO, Chess.com, Healthline y la Fundación Pasqual Maragall, entre otros.

GQ subraya que este juego de estrategia y concentración “es un entrenamiento clave para el cerebro” y no un simple entretenimiento. Cada partida exige la puesta en marcha de procesos cognitivos complejos, lo que convierte al ajedrez en una actividad capaz de mantener el cerebro joven y activo a lo largo del tiempo.

Según INECO, la estimulación cognitiva, de la cual el ajedrez es un ejemplo paradigmático, “promueve la plasticidad cerebral”, es decir, la capacidad del cerebro de adaptarse y generar nuevas conexiones neuronales. Esto contribuye a crear una mayor “reserva cognitiva”, lo cual puede reducir el impacto del envejecimiento cerebral.

Estudios como el citado por The Effect of Playing Chess on the Concentration of ADHD Students in the 2nd Cycle señalan que el ajedrez mejora la resistencia mental y la capacidad de mantener el foco en tareas prolongadas. Esto implica una mejora sustancial en la atención sostenida, función clave para un adecuado funcionamiento diario.

Lejos de ser un juego mecánico, el ajedrez activa la creatividad al permitir múltiples caminos estratégicos posibles en cada partida. Healthline resalta que estimula el “pensamiento divergente”, lo que permite a los jugadores concebir ideas originales para resolver problemas dentro y fuera del tablero.

Al tratarse de una actividad mentalmente exigente, el ajedrez puede tener un efecto protector frente a enfermedades neurodegenerativas. Chess.com cita una investigación de The New England Journal of Medicine que encontró menor incidencia de demencia entre personas mayores que jugaban ajedrez u otras actividades cognitivamente demandantes.

¿Qué más dice la ciencia sobre el ajedrez’?

Diversas investigaciones científicas han analizado los efectos del ajedrez desde múltiples perspectivas: neuropsicológica, educativa, preventiva y social. En todos los casos, los estudios coinciden en que el ajedrez es una herramienta eficaz para activar, mantener y potenciar diversas funciones cognitivas.

Una investigación de 2013, The Effect of Playing Chess on the Concentration of ADHD Students in the 2nd Cycle, mostró que jugar ajedrez contribuye a aumentar la concentración y la resistencia mental en estudiantes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad. El estudio concluyó que estos estudiantes lograban sostener su atención durante más tiempo y desarrollar mayor tolerancia a la monotonía.

La Fundación Pasqual Maragall incluye al ajedrez entre los 12 juegos más efectivos para ejercitar el cerebro, destacando que “requiere de la activación de funciones ejecutivas, como la atención, la concentración, el pensamiento crítico, la lógica, la capacidad de ordenar ideas y decidir, la planificación y previsión de consecuencias, y la resolución de problemas”.

Martina Miguel, especialista de INECO, afirma que las actividades como el ajedrez fomentan la plasticidad cerebral. Esto se vincula con la creación de nuevas conexiones neuronales y el fortalecimiento de la reserva cognitiva, elementos esenciales para un envejecimiento saludable. La estimulación frecuente con juegos como el ajedrez puede “reducir los efectos del envejecimiento”, según remarcó.

7 beneficios de jugar ajedrez en la vida real:

1. Mejora el razonamiento matemático

Estudios demuestran que la práctica constante de jugar ajedrez mejora de manera sustancial el razonamiento matemático.

Investigadores de la Universidad de Tréveris (Alemania) estudiaron durante cuatro años a dos grupos de niños de 9 años de las escuelas primarias en Renania-Palatinado y Olewig; el grupo A recibió tres horas semanales de matemáticas; y el B, dos de matemáticas y una de ajedrez. La investigación arrojó que el segundo grupo, pese a que tuvo una hora menos de clase, duplicó en promedio las notas en matemáticas y capacidad lectora en comparación con el primero. El proyecto Schach statt Mathe (Ajedrez en lugar de Matemáticas) fue replicado en Dresde y Hamburgo.

2. Ayuda a prevenir el alzheimer

Según un estudio, la práctica de ajedrez disminuye el riesgo de padecer de alzheimer. Las personas mayores 75 años que juegan con regularidad este deporte tiene menos posibilidades de padecer esta enfermedad. El cerebro al ser un músculo necesita ejercitarse y el ajedrez ayuda a regenerar las conexiones interneuronales.

3. Fortalece la capacidad de resolver problemas

Una de las habilidades que se adquieren al jugar ajedrez es la capacidad de resolver problemas. Esta disciplina siempre pone al jugador ante nuevos obstáculos que hay resolver. Ante este escenario, la mente siempre está trabajando buscando soluciones.

4. Incremento de la capacidad lectora

De acuerdo a un estudio reciente, un grupo de estudiantes que estaba en un programa de ajedrez mejoró su capacidad lectora en comparación con otros compañeros que no jugaban ajedrez. La investigación arrojó como resultado que las diferencias entre ambos grupos fue significativa.

5. Potencia la imaginación y la creatividad

Un estudio realizado por el científico Robert Ferguson encontró que las personas que juegan ajedrez de manera constante mejoran de manera significativa su capacidad creatividad y de imaginación. Además, en la práctica de esta disciplina se utilizan ambos hemisferios del cerebro.

6. Mejora la concentración

Diversos estudios demuestran que la práctica de ajedrez mejora la habilidad de concentración. Y algunas investigaciones demuestran que en las escuelas los estudiantes juegan esta disciplina mantienen un nivel de concentración lo que les permite tener mejores notas.

7. Ayuda a las personas a entender las consecuencias de sus actos

Un estudio realizado en niños encontró que jugar ajedrez los ayuda a entender y aceptar las reglas y, por las decisiones que se toman al momento de jugar, a aceptar las consecuencias de los actos.

“La cualidad más importante del ajedrez es que es un juego justo, por lo cual los niños pequeños comienzan a aprender un juego que es limpio y honorable, y eso les enseña a tener un buen comportamiento”, señaló Smbat Lputian, presidente de la Academia Armenia de Ajedrez, en un reportaje de la BBC.

Beneficios para los adultos mayores:

  • Ayuda a mejorar la memoria. Para jugarlo, es necesario conocer las reglas, jugadas, planes y las posiciones de las piezas, y con ello estimulamos la cognición. Esta mejora se extiende a la vida cotidiana, haciéndonos más ágiles a la hora de recordar fechas, nombres, palabras y cualquier otro detalle importante.
  • Aumenta la capacidad de concentración. Esta disciplina requiere atención y enfoque.
  • Reduce el estrés. Jugar al ajedrez con el ordenador o con nuestro/a compañero/a habitual de juego, puede ayudar a relajarnos y a evadirnos de las preocupaciones cotidianas. A su vez, mejoramos nuestra capacidad para gestionar el estrés y cómo afrontamos situaciones complejas.
  • Impulsa la creatividad. Como cada partida es un mundo distinto, y conforme vamos aprendiendo, nos será más fácil ver ataques creativos a la hora de vencer al contrincante.
  • Mejora la autoestima. Los adultos mayores pueden sentir cómo aumenta su autoestima y autoconfianza a través de este afamado juego de mesa. Ganar partidas y aprender de las derrotas también promueve una sensación de logro y de orgullo personal.
  • Fomenta la socialización. Uno de los grandes beneficios del ajedrez en adultos es que, al estar pensado para dos jugadores, es necesario contar con un adversario del que podemos aprender y viceversa, además de compartir la afición y buenos momentos.

Fuentes; Infobae, ateniza,

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